El providencial pararrayos
El experimento de la cometa está relacionado con el invento que lo hizo famoso en el mundo entero: el pararrayos. En sus experimentos, Franklin observó que los objetos puntiagudos atraían y transmitían más eficazmente la electricidad que los objetos romos. De ello dedujo que una vara de hierro terminada en punta y colocada en lo alto de un edificio atraería la carga eléctrica de una tormenta, que se podría transmitir a la tierra mediante un cable, antes de que cayera el rayo. En una carta escrita en 1750, Franklin explicó esa técnica "útil a la humanidad para preservar casas, iglesias, barcos, etc., de las descargas de rayos". En una época en que los techos eran de madera y podían arder fácilmente, el invento de Franklin se difundió con gran rapidez; en 1782 se habían instalado en Filadelfia 400 de estos artilugios.Lentes bifocales.
lentes bifocales, que fusionaban dos pares de anteojos en una misma montura a fin de no tener que cambiarlos para ver de cerca y de lejos; los catéteres urinarios flexibles (para tratar los cálculos renales de su hermano John), así como las aletas de nadador, el humidificador para estufas, el cuentakilómetros o la armónica de cristal. Su espíritu filantrópico le llevó a permitir la libre difusión de muchos de estos hallazgos.Catéter urinario flexible
El catéter urinario flexible fue inventado por Benjamin Franklin en 1752 cuando su hermano James sufría de cálculos en la vejiga.Los catéteres ya existían, pero se trataba de instrumental convencionales que tenían tubos rígidos de metal y que debían insertarse en la vejiga para drenar la orina. Él sustituyó el catéter de su hermano con un tubo flexible que era menos doloroso de insertar.
El experimento del cometa
En 1747 Franklin inició sus experimentos sobre la electricidad. Estaba convencido de que las tormentas eran fenómenos eléctricos y propuso un método temerario para demostrarlo. Una noche tormentosa hizo volar una cometa con una punta metálica atada a un hilo de seda en cuyo extremo había una llave, también metálica. Franklin sostenía la cometa con otro hilo de seda. Cuando se concentraron las nubes de tormenta y el hilo empezó a dar muestras de carga eléctrica por que las fibras se repelían unas a otras, Franklin puso el nudillo cerca de la llave y saltaron chispas. Además, consiguió cargar una botella de Leyden, un recipiente de vidrio diseñado por aquella época para almacenar cargas eléctricas.
La botella de Leyden cargada con electricidad del cielo se comportaba exactamente igual que si se hubiera empleado electricidad terrestre. O sea que eran idénticas. Franklin fue capaz de dar una inmediata aplicación práctica a su descubrimiento.
Si se fijaba una varilla metálica puntiaguda en lo alto de un edificio y se conectaba al suelo, la carga eléctrica del rayo se descargaba rápidamente y de forma silenciosa, sin causar estragos.
Publicó sus ideas en 1752 en una revista llamada el Almanaque del Pobre Richards y enseguida empezaron a instalarse pararrayos en todo el mundo. Por primera vez en la historia, una catástrofe natural no se prevenía mediante la plegaria o encantamientos mágicos que -por cierto- nunca daban resultado, sino por la confianza en la comprensión de las leyes naturales, que sí era eficaz.
Franklin tuvo mucha suerte al realizar este experimento. Si un rayo hubiera alcanzado la cometa habría caído fulminado. De hecho, otros dos investigadores que repitieron poco después el experimento se dejaron la vida en el intento.
“Propuso la teoría de que la electricidad es un 'fluido único'“
Gracias a sus estudios sobre la electricidad, Franklin ideó los términos de electricidad positiva y negativa, conductor eléctrico o batería. Propuso la teoría de que la electricidad es un 'fluido único' o 'fuego eléctrico' que pasa de un cuerpo a otro en la descarga, lo que le llevó a enunciar el Principio de conservación de la electricidad. Su teoría estaba basada en los postulados de Newton.
En reconocimiento a sus logros científicos, recibió títulos honorarios de las universidades de Saint Andrews y Oxford; fue elegido miembro de la Royal Society de Londres, designado por la Academia de Ciencias de París como uno de los más insignes científicos vivos no franceses y galardonado con la Medalla Copley por sus destacadas contribuciones a la ciencia experimental. También fue socio correspondiente de la sociedad lunar de Birmingham.
Franklin ejerció gran influencia en el campo de la educación. En 1751 contribuyó a la fundación de la Academia Filadelfia, que más tarde se convertiría en la Universidad de Pennsylvania. El plan de estudios concedía gran importancia al estudio del inglés y las lenguas modernas, así como a las matemáticas y ciencias. Popularizó la frase 'el tiempo es oro'. Escribió de Política, Filosofía, Religión, Economía, Educación y Ciencia.
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